La Policía Nacional ha detenido al organizador de una fiesta en un club privado de Torremolinos, Málaga, que había generado una gran polémica por prohibir la entrada a personas homosexuales, utilizando el término despectivo “maricones” en su promoción. La detención se ha producido tras una serie de denuncias, incluyendo la presentada por la alcaldesa del municipio, Margarita del Cid.
La fiesta, que finalmente no ha llegado a celebrarse, se había anunciado con un cartel que prohibía la entrada a peleas, drogas, gorras, chanclas y, de manera explícita, a personas homosexuales. Esta promoción ha desatado una fuerte polémica en redes sociales y ha provocado la intervención de instituciones locales y autonómicas en defensa de los derechos del colectivo LGTBI.
El local, según el Ayuntamiento de Torremolinos, no disponía de ningún permiso ni licencia de actividad comercial u ocasional, por lo que se hubiera tratado de una fiesta ilegal. La Fiscalía de Málaga mantiene abiertas diligencias para esclarecer los hechos y determinar las responsabilidades antes de trasladar el caso al Juzgado de Instrucción correspondiente.
La Constitución Española, en su artículo 14, prohíbe la discriminación por sexo, orientación sexual o nacionalidad, entre otras. Además, el artículo 512 del Código Penal castiga a quienes, en el ejercicio de sus actividades profesionales o empresariales, denieguen a una persona una prestación a la que tenga derecho por razones de orientación sexual.
La ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI se refiere en su artículo 25 a “la correcta aplicación del derecho de admisión” para evitar que se discrimine por razón de orientación sexual, identidad sexual, expresión de género o características sexuales.
La detención del organizador de esta fiesta homófoba en Torremolinos representa un paso importante en la lucha contra la discriminación y en la defensa de los derechos del colectivo LGTBI en España.