La reciente designación de los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas extranjeras (FTOs) por parte del presidente Donald Trump ha generado un debate significativo sobre las implicaciones de esta medida. Durante su primer mandato, Trump intentó implementar esta designación, pero fue detenido por la solicitud del entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Sin embargo, la idea resurgió durante la campaña electoral de 2024 y se convirtió en una de las primeras órdenes ejecutivas de su nuevo mandato.
La designación de los cárteles como FTOs tiene varias implicaciones. En primer lugar, permite al gobierno de Estados Unidos utilizar herramientas legales y militares adicionales para combatir a estos grupos. Trump ha prometido el uso de fuerzas especiales, guerra cibernética y otras acciones abiertas y encubiertas para infligir el máximo daño a los líderes, la infraestructura y las operaciones de los cárteles. Sin embargo, expertos como Bryan Michael Jenkins de Rand Corporation señalan que la efectividad de esta designación podría ser limitada, ya que Estados Unidos ya cuenta con amplias leyes para atacar el crimen organizado.
En el contexto español, la posibilidad de calificar a las organizaciones de narcotraficantes como terroristas también ha sido objeto de discusión. La Estrategia Nacional contra el Terrorismo 2023, aprobada por el Consejo de Seguridad Nacional, establece un marco político-estratégico en la lucha contra el terrorismo y el extremismo violento. Aunque actualmente no se ha implementado una designación similar a la de Estados Unidos, la estrategia española se adapta a las amenazas emergentes y podría considerar esta opción en el futuro.
La designación de los cárteles como organizaciones terroristas en España podría tener consecuencias significativas. En primer lugar, permitiría a las autoridades utilizar herramientas legales más contundentes para combatir a estos grupos. Además, podría facilitar la cooperación internacional en la lucha contra el narcotráfico, ya que otros países también podrían adoptar medidas similares. Sin embargo, también plantea desafíos, como la necesidad de equilibrar la seguridad con el respeto a los derechos humanos y las libertades públicas.
La designación de los cárteles del narcotráfico como organizaciones terroristas en el nuevo mandato de Donald Trump representa un enfoque más agresivo en la lucha contra el narcotráfico. Aunque su efectividad es debatida, esta medida envía un mensaje contundente sobre la gravedad de la amenaza que representan estos grupos. En España, la posibilidad de adoptar una designación similar podría fortalecer la lucha contra el narcotráfico, pero también requiere un análisis cuidadoso de sus implicaciones legales y éticas.
