Las alarmas saltaron y las denuncias se sucedieron. Un cartel que anunciaba una fiesta prohibía la entrada de “maricones”. La fiesta, que se iba a celebrar el 18 de enero en la calle Cruz de Torremolinos, al final se ha suspendido, y los organizadores han apuntado que se quería celebrar en Málaga.
Según cita en primicia el periodista Juan Cano en Diario Sur, la investigación policial se ha centrado en identificar claramente a la persona que estaba detrás del anuncio del evento, que finalmente fue suspendido. Los agentes le atribuyen un presunto delito de odio.
De hecho, la Fiscalía de Málaga ya ha abierto diligencias de oficio por este mismo motivo al apreciar indicios de una infracción penal. El hombre ha sido puesto en libertad con cargos, mientras que el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha señalado que por parte de la Policía Nacional se ha cursado «una orden de expulsión de extranjero» y que «evidentemente dependerá de que la autoridad judicial ratifique o no esa orden de expulsión que es la que se ha propuesto».
THE OBJECTIVE amplía el cartel de propaganda y precisa que el organizador de la fiesta marroquí en Torremolinos que impedía la entrada a «maricones» ha sido detenido por la Policía Nacional. El investigado, de 38 años, promocionaba este evento en redes sociales a través de un cartel anunciador en el que, entre otras normas de acceso, y amparándose en el derecho de admisión, se prohibía la entrada al público gay, refiriéndose a los miembros del colectivo LGTBI como «enfermos» en varias publicaciones en Internet.