Por Amara Martín Vázquez @laflordehielo.
En los parques de los bomberos de España, los colchones donde descansan los profesionales que velan por nuestra seguridad presentan condiciones alarmantes. Estos colchones, a menudo de tamaño reducido y calidad deficiente, son compartidos por hasta seis turnos diferentes a lo largo de la semana. Muchos bomberos deben aportar sus propias sábanas y almohadas, ya que las instalaciones no proporcionan ropa de cama adecuada.
Se habla de condiciones alarmantes cuando nos referimos a colchones que no cubren con los mínimos requisitos de higiene, confort o durabilidad. En muchos parques de bomberos, los colchones son visiblemente deteriorados: con los muelles deformados y superficies desgastadas que impiden un descanso reparador.
Algunos apenas tienen más de unos centímetros de grosor y están diseñados más bien para un niño que para un adulto que, además, carga con un promedio de 90 kilos de peso corporal, y una carga física y emocional durante los sus turnos.
La calidad es tan deficiente que muchos bomberos describen la experiencia como dormir directamente sobre una tabla. Y no se trata de una noche ocasional: estos colchones deben soportar el uso diario, rotativo y continuado de hasta seis turnos distintos a la semana, por lo que sufren un desgaste mucho más rápido que un colchón doméstico.
Aún así, su renovación es mínimo o inexistente durante años.
Esta falta de inversión básica revela una preocupante dejadez institucional hacia las condiciones en las que deben recuperarse quienes nos protegen del fuego, de accidentes y emergencias, comprometiendo su capacidad para responder tras largas jornadas de 24 horas.
Sindicatos como CSIT Unión Profesional y CCOO han denunciado repetidamente las condiciones deplorables en las que se encuentran muchas instalaciones de bomberos, incluyendo la presencia de legionela y ratas en algunos parques, y la falta de mantenimiento básico en otros.
Es imperativo que las autoridades tomen medidas urgentes para garantizar condiciones de descanso dignas para los bomberos. Su labor es esencial para la seguridad de todos, y merecen instalaciones que reflejen la importancia de su trabajo.
