Brujas, bulos, mitos, entes inexistentes

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Manuel Avilés*

Es increíble. En pleno siglo veintiuno, cuando se ha impuesto la teoría de la evolución de las especies de Darwin, que se ha cargado el mito de Adán y Eva, por más que Mayor Oreja- juro por Casilda y por la Rubia del Jaguar que lo he visto en un telediario, en la tribuna del Senado, ¡cágate lorito!, pegando un sermón como si fuera el sacristán de la concatedral, afirmando que crecen las teorías creacionistas y descienden las teorías evolucionistas. Voy a recapitular que se me ha ido la olla con Oreja. En el siglo XXI, con Darwin reafirmándose: el hombre ha evolucionado a lo largo de miles de años desde especies inferiores y es un cuento moruno – no se me tiren al pescuezo los de las leyes del odio ni los abogados cristianos-. Es un cuento moruno, de kábila, de choza de lona en el desierto, lo de nuestros primeros padres Adán y Eva.

Es un cuento lo mismo de moruno, para dormir niños insomnes lo del monstruo del lago Ness. La existencia del hombre de las nieves, que el Yeti era un caco que mató a un carnicero en Villajoyosa en un atraco y no un tío peludo que vivía en el Everest, o en el Aconcagua o en el Montblanc, que es una de las seis plumas que me mangó una ex para regalárselas a un novio que se había echado y al que quería epatar, que es como dicen impresionar los horteras. #mecagoentoloquesemenea

Tampoco existen las minas del rey Salomón ni la cenicienta y  su madrastra. Ni los siete enanitos ni el ogro feroz, ni caperucita ni el tío del saco con el que nos asustaban de pequeños. El sacamantecas sí. Ese era un mendigo loco, conocido como el Arropiero, al que me tocó darle la libertad  – os aseguro que fui yo quien firmó su salida del psiquiátrico carcelario- y al que acogieron los catalanes. ¡Milagro! No estaba Puigdemont apuntalando al gobierno y no hubo que darle la caja de la Seguridad Social para que metiera al Arropiero en un asilo. Como encendía un cigarro con la colilla del anterior y solo respiraba aire si estaba durmiendo, un atasco pulmonar se lo llevó por delante y no duró más de un par de meses en la calle. Hablaban los lenguaraces   – esos que escriben sin tener ni puta idea-, criminólogos de salón y de tebeo- y contaban veintitantos asesinatos mientras vendía arrope por los pueblos de Andalucía. Mentira. Nunca se supo a cuantos mató, porque nunca fue juzgado.

La ley de Enjuiciamiento Criminal, esa que la derecha del fango dice que Sánchez se ha inventado de nuevo para proteger a su señora y a su hermano, tenía un párrafo maldito del que no me acuerdo ni falta que me hace. Decía algo así como: si a lo largo del procedimiento el acusado   deviniera enfermo mental  – deviniera, que verbo tan hegeliano  y tan dialéctico- se archivará la causa y se decretará su internamiento en un centro para los de su clase del que no podrá salir sin autorización del tribunal.  Con un par de cojones eso lo arregló Belloch, como otras cosas, con el Código del 95, llamado también de la democracia hasta que echó las patas por alto una jurista sublime llamada Montero y la lio.

Bueno termino este asunto que luego dicen que me disperso. No existen ni Adán y Eva, ni Caperucita ni el Hombre de las nieves. Tampoco existe, por más que han preguntado y lo han buscado, esa unidad fantasma de las artes escénicas porque yo he visto en el juzgado, con estos ojos que van camino del crematorio, a un señor que es el director de la misma y no tenía ni idea. No ha sabido ni definirla. Titubeante, dubitativo, hecho un lío y parece que lo único que sabía allí era cobrar. ¡Ayyyy, la máquina del fango, qué liante es! Yo he sido director de muchas cosas y estaba allí, dirigiendo y sabiendo dónde estaba, un día detrás de otro. Ya me habría gustado cobrar sin saber dónde estaba el rollo que dirigía ni qué cojones se hacía en aquel sitio.

Volvamos a loco sacamantecas que lo he aparcado. Salieron muchos que llevaban un huevo de tiempo sin juicio y sin sentencia. Incluso salí yo, que dirigía el antro en aquellos tiempos. Según me cuentan – hablo presuntamente porque me lo cuentan pero no lo vi-  una hija de puta, sin conocimientos psiquiátricos ni de otro tipo, definió a un señor como enfermo mental. Lo hizo en sede judicial y no le pasó nada porque era una mujer y ya sabemos que en esos casos el principio de igualdad ante la ley es una autentica mierda. A ver si ahora se querella y le admiten el pleito y vemos qué pasa. Ella dice enfermo mental. Yo digo hija de puta y, al ser un hombre, a mí me condenan y a ella no le pasa nada. Viva el principio de igualdad ante la ley. Volvemos a Montero que cada día es más sublime. Les explico.

Estoy hasta los cojones de que me llamen a las horas más cutres e intempestivas para venderme cosas. No necesito nada.  Solo a mi rubia del Jaguar empujándome  – en la medida de lo posible que tampoco es tanto- y ya está. La ropa de gala, para las presentaciones, se la compro a Refaé Gabarre, en el mercadillo de Babel  los jueves. No necesito más. Me quieren vender por teléfono viagras baratas. No me hacen falta hasta que la rubia se decida. Me venden seguros de muertos. No. Una vez muerto me da igual lo que hagan con el fiambre. ¡A los buitres de la sierra Mariola con él!

La última es un seguro antiocupas. ¡La madre que me parió! La excelsa Irene Montero  – la voté tres veces junto a su novio con coleta y nunca más-, ha legalizado por la vía del mitin a los ocupas. Dice que los de “Desokupa” son una banda de nazis. Hombre, un poco macarras y de derechas sí parecen. Si les preguntas por Goebels, por Rudolf Hess o por el aviador obeso Göering, no creo que sepan darte una conferencia. El problema ocupa lo ha desatado y potenciado un déficit legislativo y un pasotismo estatal escandaloso. No es lo mismo que unos tipos insolventes – yo estoy hasta los huevos de pagar hipotecas toda mi vida y vivir en un piso humilde- se metan en unos pisos desocupados que ha comprado el banco malo – Sareb- para especular. No es lo mismo eso, que el que se coloquen en una vivienda habitada de una señora, esa sí de verdad vulnerable, que ha ido a Mercadona o a tomar dos días de aguas en Cofrentes. El estado mira hacia otro lado porque el grupo progre – léase Montero- dice que esa es su casa mientras ella llama a la guardia civil para que le custodie la calle en Galapagar. A ver cómo se come eso. Ya estamos con la enseñanza evangélica: haced lo que ellos dicen, pero no hagáis lo que ellos hacen porque esta gente reproduce al milímetro la Rebelión en la granja de Orwell. Estos mendas, criminológicamente hablando, defienden la teoría del suburbio, siempre que el suburbio no les pille a ellos. Comunistas de salón, de escaparate, como aquellos curas solicitantes que predicaban fervorosamente la castidad y, al menor descuido, le echaban mano al culo de la penitente.

Ya sé que el De Manuel me va a poner verde. Yo soy comunista de Julio Anguita y creo que en el origen de toda gran fortuna, siempre hay un delito. Tú puedes ir al Sareb y promover una revolución inmobiliaria o al tío que tiene veinte pisos  – esperad a las memorias que os contaré algunas cosas carcelarias- y vive como el emérito de cobrar alquileres, pero el ocupa golfo va a lo fácil, a la señora sola que está tres días tomando las aguas para el reuma en Archena y no puede ni pagar a este negocio, presuntamente macarra de los desocupas. Ahí yo tiro de cuchillo de Rambo y monto una sangría que dejo a Puerto Hurraco al nivel del cuento de la Bella durmiente. Y no vengan los del odio y los humanoides dándome la brasa que una cosa es un piso de un banco, que solo es un producto para ganar billetes, que la casa donde tienes las fotos de los niños, de los abuelos, a Casilda y los álbumes de la mili. No jodamos. Lo que pasa es que es a Sánchez le importa un huevo, él va más por los asuntos “Puigdemoniacos”, que son los que le mantienen en el machito, a la señora Gómez  – prima mía que me llamo así también- en la cátedra y al señor que trabaja en Badajoz, en las artes escénicas. #mecadoentoloquesemenea.

PD: Escribo esto el jueves. Hace ocho días pedí el talonario en Muface y aun no ha llegado. En lugar de corticoides para los atascos respiratorios le estoy pegando al orujo. A ver a quien condenan por imprudencia.

Manuel Avilés, escritor y director de prisiones jubilado, columnista de h50 Digital

 

 

 

 

 

Un comentario sobre “Brujas, bulos, mitos, entes inexistentes

  1. A las buenas noches Sr. Avilés Gómez!
    Muy variado el artículo de hoy, noticias hay para todos los gustos, cada día vemos algo nuevo, desastres, corrupción a tope y pocas cosas buenas…
    Pero tengo que estar en desacuerdo con Vd. en lo de Caperucita y el Lobo, existir existe solo que el cuento ha cambiado (como nuestro maquiavélico que no miente, solo cambia de opinión) y ha resultado que Caperucita es la loba y el Lobo está muy asustado por eso se ha metido en la cama con su abuelita para que le proteja.
    Pues como puede observar Vd. todo está cambiando en éste mundo nuevo que no sabe a donde va, ya lo decía Karina con su canción adelantándose a los tiempos…”en un mundo nuevo y felizzzz” ✨️
    Feliz nuevo año 2025!

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