Los clubes Baxi Manresa y La Laguna Tenerife han anunciado que sus próximos compromisos europeos ante equipos israelíes se disputarán a puerta cerrada, en una decisión conjunta que busca minimizar riesgos ante posibles protestas propalestinas. La medida afecta a los partidos de esta semana: el Tenerife se enfrentará al Bnei Herzliya el martes en el pabellón Santiago Martín, mientras que el Manresa recibirá al Hapoel Jerusalén el miércoles en el Nou Congost.
Decisión institucional: evitar el conflicto sin romper contratos
Ambos clubes han explicado que no pueden cancelar unilateralmente los encuentros sin incurrir en sanciones disciplinarias y económicas, ni arriesgar su continuidad en las competiciones europeas. Por ello, tras consultar con autoridades deportivas y cuerpos de seguridad, han optado por jugar sin público, en defensa de los valores del deporte y la responsabilidad institucional que exige el contexto actual.
Seguridad interior: sin refuerzo de vigilantes
A pesar de la declaración de alto riesgo por parte de la Comisión Antiviolencia, los clubes no han previsto un refuerzo del dispositivo de seguridad privada dentro de los recintos. No se incrementará el número de vigilantes ni se instalarán medidas extraordinarias en el interior de los pabellones. La seguridad física de los jugadores, técnicos y personal se mantendrá bajo los protocolos habituales, confiando en que la ausencia de público reduzca la tensión.
Seguridad exterior: responsabilidad policial
La vigilancia en el perímetro y accesos exteriores será asumida por los cuerpos policiales competentes. En el caso de Tenerife, la responsabilidad recae en la Policía Local y la Policía Nacional; en Manresa, se suman los Mossos d’Esquadra. Estos cuerpos coordinarán la prevención de concentraciones, manifestaciones o altercados que pudieran surgir en las inmediaciones de los pabellones, especialmente ante la sensibilidad del conflicto en Gaza y las convocatorias propalestinas previstas.
Contexto político y social
La decisión llega tras la petición formal del alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, al Consejo Superior de Deportes para suspender el partido contra el equipo israelí. Aunque la solicitud no prosperó, refleja la tensión institucional que rodea estos encuentros. Los clubes han reiterado su rechazo a cualquier forma de violencia o vulneración de derechos humanos, y su compromiso con el deporte como espacio de respeto y convivencia.
